El plan de recursos humanos debe detallar el número y los tipos de personas que se necesitan para poder cumplir los objetivos de la empresa. Las personas son los activos clave en el mercado actual. Y cuando surge una nueva necesidad se debe encontrar la persona más capacitada para satisfacerla.
La primera tarea es definir minuciosamente el perfil del puesto de trabajo, sólo de esta manera podremos encontrar la persona que necesitamos. El candidato ideal ha de mostrar características y comportamientos concordantes con el modelo de capacidad de la empresa.
El proceso de selección es una tarea complicada pues cada candidato ofrece una combinación única de preparación, experiencia, actitudes, habilidades, intereses, objetivos y cualidades. El éxito dependerá de la adecuación del seleccionado al perfil de puesto de trabajo antes diseñado.
Ante una nueva vacante, la primera decisión es optar por candidatos externos o por la promoción interna. Una disyuntiva entre hacer o comprar en la que debemos tener presente que la promoción interna es una importante fuente de motivación.
La segunda decisión es establecer si la contratación de personal la realiza el propio departamento de recursos humanos de la empresa o una asesoría externa. Sea cual sea la decisión, es importante que los miembros de cada equipo estén en el proceso de admisión de nuevos empleados, desde la organización de entrevistas a la concentración.
Finalmente, la planificación de una operación de selección de personal tiene que tener en cuenta dos aspectos básicos:
1 – El coste de la selección.
– Anuncio
– Asesoría
– Tiempo empleado por nuestro propio personal.
2 – El tiempo necesario para cubrir la plaza debe contemplar diversos procesos:
– definir la necesidad
– dar publicidad a la búsqueda
– cribar las solicitudes
– llamar y entrevistar a los solicitantes
– comprobar referencias
– confirmar la oferta con la dirección
– orientación y formación del nuevo empleado