Rechazo a la alteridad
El acoso moral suele comenzar por el rechazo de una diferencia: bromas soeces dirigidas a un homosexual, observaciones sexistas para desalentar a una mujer en un departamento de hombres… Se ha pasado de la discriminación al acoso moral, más sutil y más difícil de advertir, con el fin de evitar el riesgo de que le sancionen a uno.
Cuando el rechazo surge de un grupo, es que le resulta difícil aceptar a alguien que piensa o actúa de modo distinto o que tiene espíritu crítico: “Lo que detestan del que piensa de otro modo no es tanto la opinión distinta que preconiza como su osadía al querer juzgar por sí mismo, cosa que sin duda ellos no hacen jamás”.
Más allá de la manera de trabajar, existe una manera de ser, de vestirse, de hablar, de actuar, que es lo que hará que un grupo reconozca a una persona como “aceptable” .
La envidia, los celos, la rivalidad
La envidia es un sentimiento que surge inevitablemente cuando dos personas son susceptibles de compararse entre sí o de estar en posición de rivalidad. La envidia no es proporcional al valor de la cosa envidiada, sino que se suele concentrar a menudo en pequeñas naderías irrisorias.
La rivalidad es una palanca de la que las empresas se sirven para deshacerse de alguien: se enfrenta a una persona contra otra para que una de ellas opte por marcharse. En ocasiones se enfrenta claramente jóvenes contra ancianos al valorar a los nuevos equipos y considerar que los viejos están caducos.
La rivalidad de las personas se da gracias a la desaparición de los equipos y colectivos. Bajo el pretexto de que una cierta competencia es estimulante y asimismo con el objetivo de romper alianzas, el actual sistema de dirección de empresas tiende a espolonear a unos contra otros.
El miedo
El miedo es el motor esencial que lleva al acoso moral, dado que, en términos generales, es lo que nos convierte en seres violentos.
Con el temor al paro y con el incremento de las presiones sicológicas relacionadas con los nuevos métodos de dirección de empresa, el miedo se ha convertido en un componente importante de trabajo. Es el miedo a no estar a la altura, el miedo a no complacer el jefe, a que los colegas no le aprecien a uno, el miedo al cambio, también es el miedo a una sanción o a cometer un error profesional que pueda conllevar el despido.
Lo inconfesable
En toda empresa, junto a reglas explícitas, existen reglas implícitas propias de la organización. Escarnecer esas reglas significa colocarse al margen del grupo. Un equipo puede ocultar una disfunción o un abandono que consiste en tolerar, por miedo al conflicto, las pequeñas negligencias de cada uno. El que ose decir lo que no funciona será marginado del grupo. Existe al respecto un consenso general, una especie de regla oculta, que debe ser respetado si queremos demostrar que estamos integrados en el grupo.