El concepto de pago o remuneración consiste en dos elementos: la política salarial y los instrumentos técnicos que se utilizan para diseñarla y ponerla en práctica.
La política salarial consiste en el paquete de beneficios primarios, secundarios y terciarios y en otras condiciones laborales que constituyen la recompensa (monetaria) del desempeño del trabajador.
Una estructura salarial es un conjunto coherente de cifras (cantidades monetarias de salarios) que establece la paga individual de acuerdo con proporciones fijas (escala salarial) y que determina las relaciones entre los salarios de los distintos puestos y los distintos trabajadores dentro de una unidad de la empresa. Las relaciones entre los salarios vienen determinadas por:
– El tipo de empresa en cuanto a su estructura y su modo de ser.
– La competitividad en el mercado.
– La relación entre salarios y beneficios.
– La extensión de las escalas (la distancia/diferencia deseada entre los salarios de los puestos de mayor y menor nivel).
Las empresas han de cumplir los requisitos legales a la hora de determinar los salarios y las estructuras salariales.
Para conocer a fondo una estructura salarial se han de examinar y analizar cuidadosamente los siguientes elementos:
– Los motivos, las restricciones y las circunstancias que dieron por resultado la estructura que se está examinando.
– Los aspectos técnicos del tipo de: número y extensión de los grados, inclinación de la curva salarial, relación entre los salarios máximos y mínimos,…
– La rigidez o flexibilidad de la estructura y otras características de este tipo.
– La relación entre el salario y los beneficios, entre las pagas fijas y las variables, entre la importancia de la función y su remuneración.